viernes, 30 de julio de 2010

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Alfonso Cano #1 de las FARC habló “desde algún lugar de la selva colombiana”.

Les dejo un cachito de lo que dijo y después lo charlamos. Es un diagnóstico de la situación política y de guerra del país, además de un mensaje para Juan Manuel Santos.



Las FARC dieron a conocer un video vía youtube (bajé el audio de ahí). Es un mensaje para el nuevo gobierno, para los colombianos, para los guerrilleros y para los países de la UNASUR, según destaca quien editó las imágenes.

El material dura cerca de 35 minutos, así que este recorte de apenas 4.30min es bastante escueto, les recomiendo que lo miren completo si quieren tener una idea más acabada.

véanlo aca
son 3 partes

Cano hace un análisis económico, político y social en el que justifica la acción guerrillera. El discurso no tiene demasiadas novedades.

Fue grabado en “julio 2010”. Claramente antes de que Uribe denuncie a Venezuela por “albergar” guerrilleros. Digo esto porque Cano no hace ninguna mención al asunto.

Lo importante es el llamado al diálogo -como gesto político digo que es importante- con el nuevo gobierno de Santos. Esto es de manual al inicio de cualquier nueva administración. ¿por qué quemar las naves antes de empezar?. Cano llama a encontrar los “puntos de confluencia” para una salida negociada al conflicto.

Algo a tener en cuenta es que con el uribismo no había chance ninguna de diálogo. Las FARC ponen de manifiesto que, al menos ahora, son capaces de jugar esa carta.

No agrego demasiado más. Creo que este material suma otro elemento para analizar lo que pasa actualmente.

Algo me parece más claro ahora: Álvaro Uribe, que de ingenuo no tiene nada, la pudre con Venezuela para condicionar a Santos en este sentido también, en el de las negociaciones de paz (que difícilmente hubiera encarado por mero gusto)

Alejar definitivamente esa posibilidad es prioridad para quién basó su imagen en ese enfrentamiento con las FARC.

Por último: no se si este mensaje de las FARC le suma o no al análisis de los gobiernos de la región. Creo que en el aspecto latinoamericano no suma demasiado, más que la voluntad negociadora.

Esperaremos repercusiones.

martes, 27 de julio de 2010

¿TAREA PARA UNASUR?


Notas y una visión no muy optimista

Avanzada diplomática bolivariana pasó por Argentina:

Hoy Nicolás Maduro mostró algunos de los ejes del argumento de los bolivarianos de cara a la Cumbre de Cancilleres del jueves en Quito:

1- Venezuela no es un peligro para la región (como pretende mostrar el Departamento de Estado).

2- El nuevo gobierno colombiano debe comprometerse a no agredir a Venezuela.

3- Se necesita un “plan de paz” para Colombia.

Para eso relata los 60 años de guerra en Colombia desde una óptica venezolana. Busca explicar cómo se ven afectados por el conflicto interno colombiano.

Esta visión intenta reponer la responsabilidad en el lugar de la causa, y no del efecto. Colombia está en guerra con las FARC. Por lo tanto el peligro para la región no está en Venezuela.

Por eso Caracas “exige” que el gobierno de Juan Manuel Santos, que va a asumir la otra semana, el 7 de agosto, se comprometa a rectificar las relaciones con Venezuela.

“Rectificar”, cambiar, comprometerse. Se lo dice a un electo presidente que siendo Ministro de Defensa de Uribe bombardeó Ecuador. Teléfono!

Pero además: si Colombia es una amenaza para Latinoamérica, entonces es necesario un “Plan de Paz”, un plan de paz anclado en la UNASUR.

Una propuesta de solución para el conflicto armado en Colombia:

Poca cosa, ¿no?: implica un debate de fondo: cómo lograr que EEUU salga de allí y sea reemplazado por una estrategia de paz regional.

La estrategia de Washington la conocemos todos: El Plan Colombia y la guerra a las FARC. La misma solución que aplican en Afganistán o en Irak. Ahora bien. Colombia compra esa solución. La compra Uribe. Ahora viene Santos (que acaba de nombrar Embajador en EEUU al actual Ministro de Defensa. El de Uribe. Tenso)

Y Ahora el presidente Chávez está exigiendo a la UNASUR un desafío de otra categoría, de otro nivel. Debatir una solución regional para Colombia implica reconocer que el conflicto colombiano adquirió dimensión regional, requerirá definiciones, incluso políticas sobre el conflicto (y sus actores).

Pero supongamos que el debate no llega a tanto, como parece por ahora.

Y digo esto porque según parece está descartada una cumbre de Presidentes al respecto. La última Cumbre de Presidentes fue en Bariloche, donde se debatieron las bases militares en suelo colombiano y allí finalmente no pasó nada. O pasó algo que aún no se ve, como la primer tarea fuerte para el Consejo de Defensa (pero las bases avanzan tranquilas y sin sobresaltos). Y eso políticamente no le rinde a nadie, o más bien, muestra una performance poco efectiva ante los medios.

Pero capaz que los Jefes de Estado se reúnen en Bogotá para la asunción de Santos (¿aceptará Santos? Sería un signo de debilidad)

Por otra parte: ¿Cuántos países de la región están dispuestos a dar el debate sobre posibles soluciones para Colombia?

Además supongamos (como en realidad sucede) que sólo una parte de los países miembros de la UNASUR ratificó su adhesión, por lo que el organismo tiene aún poca legitimidad.

Y que encima se pretende desplazar a la OEA que acaba de demostrar la semana pasada que tiene altísimas capacidades de generar escenarios conflictivos en la región (aunque esto justifica ampliamente el desafío de galvanizar UNASUR).

Difícil chino. Probablemente el suceso de diluya más temprano que tarde.

TAREA PARA UNASUR: Ratificación de tratado constitutivo por parte de todos los países. El debate sobre Colombia le queda aún un poco grande. Pero poner el tema en escena, otra vez, es un avance importante. Antes era tabú.

Nota: hasta ahora la UNASUR intervino en caso Bolivia (2008) con éxito. En caso Bases Militares colombianas, pateando la pelota para adelante. Y este sería el tercer caso (oootra vez Colombia…).

Nota2: primer tarea de esta envergadura para Kirchner, y también (en otro plano) para Timerman.

Nota3: la hipótesis de conflicto armado carece bastante de sentido, no?

UN APORTE: LO QUE DIJO MADURO HOY

sábado, 24 de julio de 2010

NO SOS VOS, SOY YO


Nueva crisis entre Colombia y Venezuela. Muecas y sonrisas entre Uribe y Santos.

Ningún observador cauto debería sorprenderse ante esta nueva escalada de tensión entre Caracas y Bogotá. Inclusive uno medio distraído podría recordar al menos media docena de episodios similares en los últimos años. Sin embargo, lo reiterativo no quita lo real. El proceso político venezolano y el colombiano son tal vez las dos caras antagónicas de la América Latina actual y la juntura entre ambas es una verdadera “frontera caliente” territorial e ideológica.

En esta oportunidad, a escasos días de dejar el poder, el presidente Álvaro Uribe acusó a su vecino de albergar guerrilleros de las FARC y del ELN. Lo hizo luego de que su sucesor Juan Manuel Santos anticipara sus intenciones de mejorar las relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador. Después, un verdadero show en la Organización de Estados Americanos, con pruebas inconsistentes pero discursos demasiado inflamados. Tras cartón, Caracas anunció ruptura de relaciones y la UNASUR, otra vez, se lanzó a disputarle a la OEA un espacio como ámbito de resolución de conflictos regionales.

POLI-BUENO, POLI-MALO

La pregunta es entonces dónde quedaron las promesas de reconstrucción del presidente electo Juan Manuel Santos. El silencio en el que se sumió tras la avanzada uribista es un indicio que pone de manifiesto un acuerdo, o al menos, una intención de no mostrar diferencias con el actual mandatario. Las tímidas declaraciones que realizó desde México y Panamá ratifican este punto.

Por otra parte, los antecedentes de Santos al frente del Ministerio de Defensa en ocasión del ataque armado sobre suelo ecuatoriano en 2008 echan un manto de desconfianza sobre las verdaderas intenciones del electo presidente colombiano.

Desde esta perspectiva el diferendo actual viene a confirmar una estrategia de política exterior de larga data en el gobierno uribista: la internacionalización del conflicto colombiano: la búsqueda de participación de gobiernos vecinos y de la región en la solución militar o política a una disputa con las FARC que lleva más de medio siglo.

En este sentido podría haber simplemente un cambio de roles: Álvaro Uribe, el nuevo vocero de las posiciones más radicales del oficialismo. Mientras tanto, el Santos presidente aparece como el portador de los discursos mesurados, más dignos de un Jefe de Estado recién asumido o en vías de hacerlo.

Así parece clara la continuidad de la política diplomática de Bogotá hacia Caracas, lo que anticipa nuevos roces teniendo en cuenta lo belicoso del pasado de la relación con Venezuela.

Pero por otra parte, ¿cuál sería el objetivo de esta nueva tensión con el gobierno de Chávez? La Senadora Piedad Córdoba aseguró en las últimas horas que el Embajador de Uribe ante la OEA “quería provocar la ruptura de relaciones” ya que “le dijo Dictador, incompetente, represor a Chávez, y eso es inadmisible”. Desde este punto de vista, si el objetivo fuera simplemente sostener las diferencias con Caracas, no existía la necesidad de sobreactuar este nuevo conflicto. Era necesaria solamente una declaración al respecto, más aún en la víspera de la asunción del nuevo Jefe de Estado.

Por el contrario, la situación parece indicar que existe algún objetivo distinto, aunque tal vez complementario al de sostener la orientación de la administración uribista de la política internacional. No en vano el mandatario brasileño Lula Da Silva calificó como “extraña” la situación generada por el presidente Uribe a escasos días de dejar el mando.

Por eso no debe descartarse evaluar una cierta distancia entre Santos y Uribe, una distancia que llevó a este último a coronar su salida de la Casa de Nariño ofrendándole a su sucesor un bautismo de fuego en lo que hace a su relación no solo con Venezuela, sino con toda la región.

ENEMIGOS ÍNTIMOS

Hace algunos días el ex vicepresidente venezolano José Vicente Rangel alertó que Uribe pretendía condicionar la política exterior del nuevo Jefe de Estado colombiano quién se había expresado a favor de normalizar las relaciones con Venezuela. “Busca perpetuar las malas relaciones” dijo Rangel y destacó diferencias al interior de la alianza Uribe-Santos.

En el mismo sentido, varios analistas han señalado las presiones ejercidas por los sectores productivos colombianos a la hora de recuperar las relaciones comerciales con Caracas. El comercio entre ambos países se ha reducido de 6 mil millones de dólares a apenas 700 en la actualidad. La tarea de Santos, según explica el politólogo venezolano Modesto Emilio Guerrero es “normalizar el intercambio” una vez concluída la etapa uribista, que priorizó la victoria militar sobre los grupos insurgentes, principales enemigos del modelo de desarrollo contemporáneo de Colombia.

Paralelamente hay que señalar la necesidad política del actual mandatario quien busca mantener influencia frente al nuevo Jefe de Estado. Líder indiscutido del oficialista Partido de la “U”, Uribe buscará sostener su altísima imagen pública a base de acciones y definiciones contundentes que le marquen el camino a un Juan Manuel Santos que tratará de sostener un perfil propio, pero sin confrontar con el antioqueño, portador de las preferencias mayoritarias del electorado.

Esta misma tesis es sostenida por la izquierda colombiana del Polo Democrático Alternativo, que avizora un escenario de confrontación velada entre Juan Manuel Santos y Uribe por el liderazgo del partido, y del proceso. Allí, una preminencia de Uribe significa la continuidad de lo hecho en los últimos años, mientras que una victoria de Santos, evalúan, priorizará una normalización de relaciones con Venezuela al menos en clave comercial.

En esta línea, se ha señalado una diferencia sustancial entre ambos referentes: mientras que Santos representa al sistema político tradicional colombiano, Uribe fue un emergente de la situación de violencia que tuvo en el conflicto interno su razón de ser. Con Santos “volvió la oligarquía al poder” se le oyó decir a un senador neogranadino hace algunos días. Desde esta perspectiva, Santos buscará fortalecer a los sectores industriales, bancarios y cafeteros que exigen el regreso del comercio con su otrora principal socio. Por el contrario, la emergencia uribista, dictada por la agudización de la batalla entre paramilitares y guerrilleros, habría llegado a su fin, al menos en cuanto a su posibilidad de conducir el proceso político nacional.

Es allí donde el actual presidente deja su sello, y el escándalo provocado en los últimos días es a la vez un epílogo de gestión y una señal de disputa interna hacia el futuro.

Sin embargo, esta tesis no debe descartar una escalada de la tensión en los próximos días. Un delicado equilibrio separa una estrategia político- diplomática compleja de una situación de violencia armada entre dos naciones. Un simple chispazo. Sobre todo cuando en el medio hay bases militares extranjeras, grupos guerrilleros, gobiernos vecinos y una potencia continental que no ceja en su intento de desestabilizar a los procesos políticos de cambio en América Latina.

sábado, 17 de julio de 2010

Todos quieren a MEL Zelaya


El ex mandatario hondureño analiza por estas horas un abanico de posibilidades de retorno a Tegucigalpa desde su exilio en República Dominicana.

El presidente derrocado Manuel Zelaya parece tener nuevamente la llave de la crisis que atraviesa honduras desde el 28 de junio del 2009. Desde distintos sectores a derecha e izquierda del espectro político impulsan un regreso que permita -según el diagnóstico- desde la normalización político-económica pactada, hasta una Asamblea Constituyente refundacional.

También el actual mandatario Porfirio Lobo, entre la espada y la pared, sugirió la necesidad de su regreso a principios de mes, tras reunirse en Miami con el Secretario General de la Organización de Estados Americanos José Miguel Insulza, con quién analizó las posibilidades de Honduras para reinsertarse en la comunidad regional, que rechaza su presencia y no reconoce a su gobierno.

Mientras tanto, la situación en el país es dinámica y amenaza al presidente: el empresariado local advirtió a Pepe Lobo por su ineptitud de gestión en los seis meses que lleva al frente del Estado, al tiempo que el FMI envió una comisión para reclamar la reducción del déficit fiscal hondureño cercando aún más al presidente.

En ese contexto, la principal fuerza de oposición, el tradicional Partido Liberal, analiza volver a la acción promoviendo un pacto con Manuel Zelaya mientras que el joven y también opositor Frente Nacional de la Resistencia revistió a MEL con su liderazgo y desconoce al gobierno actual.

DOS FUERZAS POLÍTICAS EN PUGNA:

El tradicional Partido Liberal anunció el envío de una comisión partidaria para conversar con Manuel Zelaya. Según indicó el titular del Consejo Central Ejecutivo Elvin Santos, buscan la unificación para “hacer un solo frente” contra su adversario, el Partido Nacional.

Sin embargo, desde República Dominicana el mandatario derrocado adelantó varios requisitos para comenzar las deliberaciones: que el Comité Central liberal se pronuncie en contra del Golpe de Estado del 28 de junio del 2009; que expulse de sus filas al dictador Roberto Micheletti y que exija a la justicia la investigación de los asesinatos ocurridos durante la interrupción democrática.

Paralelamente, otra fuerza política de fuste busca galvanizar su alianza con MEL Zelaya. El Frente Nacional de la Resistencia Popular, principal grupo adversario al golpista Micheleti durante 2009, nombró formalmente al ex presidente como Coordinador del Comité Ejecutivo.

El pasado fin de semana el FNRP eligió por unanimidad al ex mandatario y le encomendó la tarea de dirigir las acciones desde el exterior para estructurar esta nueva fuerza política de cara a una Asamblea Nacional Constituyente.

Sin embardo, la llamada “resistencia” no silenció su pedido para que Zelaya abandone su adscripción al Partido Liberal, poniendo de manifiesto la ruptura interna con los liberales cercanos al mandatario derrocado, que se alejaron de su partido tras el golpe de estado.

En un comunicado emitido el fin de semana pasado, el FNRP cuestionó al Partido Liberal por formar parte de la “partidocracia” y advirtió que no sería posible “refundar Honduras” con los tradicionales instrumentos políticos, descartando así a aquella fuerza y poniendo al Frente Nacional como eje del cambio.

Ante esta situación, el PL comenzó a ver con buenos ojos el regreso de una buena cantidad de cuadros políticos que se habían desplazado hacia la Resistencia, pero que ahora podrían regresar a las filas liberales, trayendo consigo un “halo antigolpista” necesario para refrescar las posibilidades electorales del partido.

FINAL ABIERTO

Es difícil que Zelaya acepte la propuesta de unidad de los liberales en tanto funcionaría como una suerte de legitimación a una fuerza política que fue pieza fundamental del Golpe de Estado. Sin embargo, desconocer el convite cercenaría sus posibilidades de cara a un regreso a Honduras con proyección de liderazgo nacional. En especial teniendo en cuenta que MEL pretende un regreso libre de cargos judiciales para poder avanzar en su estrategia política.

Del mismo modo, el flamante rol de Zelaya al frente del FNRP funciona como una nueva plataforma de oposición al gobierno de Porfirio Lobo y le permite sostener su alianza con los sectores que permanecen por fuera del viejo sistema político local. Sin embargo, la iniciativa no contempla la participación en elecciones y solamente tiene en vista una Asamblea Constituyente que impacta de lleno en el cualquier posibilidad de negociación de Zelaya con la clase política actual.

En definitiva y como es lógico, resta esperar el desarrollo de los acontecimientos y en especial advertir de que modo Manuel Zelaya continuará haciendo equilibrio para lograr su ya retrasado regreso al país.

APORTE:

Les dejo una entrevista que le hice esta semana a Juan Barahona, miembro del Comité Ejecutivo del FNRP. Dijo que Zelaya va a tener que decidir su continuidad o no en el Partido Liberal.

lunes, 12 de julio de 2010

Volvió Fidel: habló de Irán y (no) de Cuba


Acá algunos fragmentos de la entrevista que le hizo Mesa Redonda esta tarde a Fidel Castro después de varios años de su última aparición pública en vivo. Creo que hay que analizar por separado las palabras y la aparición de Fidel. Sus palabras vienen a reafirmar una advertencia que viene realizando desde hace varias semanas en relación a un inminente ataque estadounidense a Irán (ver Cubadebate). Su reaparición es un espaldarazo a la orientación del gobierno cubano después de la negociación por los presos de la semana pasada (Obama, tienes un e-mail)

sábado, 10 de julio de 2010

“Guerra de Dios” contra el matrimonio igualitario en Argentina

El próximo miércoles el Senado definirá si aprueba una modificación en el Código Civil que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.


Argentina enfrenta esta semana un debate parlamentario que podría adelantar algunos rasgos del escenario político que se viene. La Cámara Alta ha demostrado ser muy influenciable por la Cúpula de la Iglesia Católica, que logró poner en duda la sanción de una legislación de avanzadaza que amplía el espectro de los derechos sociales.

Se trata de una modificación del Código Civil que reemplaza las palabras “marido y mujer” por “contrayentes” permitiendo de este modo el matrimonio entre dos personas, sea cual fuere su sexo, y extendiendo así los derechos patrimoniales, parentales y sucesorios en la pareja.

La iniciativa cuenta ya con media sanción de la Cámara de Diputados, pero su aprobación definitiva corre serio riego a raíz de la increíble arremetida de la Iglesia Católica, que ha decidido jugar todas sus cartas en una especie de cruzada por el rechazo de esta norma.

El máximo exponente de esa institución en Argentina, el arzobispo Jorge Bergoglio aseguró que el país se encontraba ante “una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios". Semejante definición fue acompañada por sus colegas de credo que alertaron sobre una presunta “guerra cultural contra el sustrato cristiano del pueblo" como aseguró otro alto funcionario eclesiástico, monseñor Héctor Aguer.

En este contexto, los sectores más conservadores de la sociedad convocaron a una movilización para el próximo martes frente al Congreso de la Nación donde buscarán demostrar el presunto rechazo de la ciudadanía a esta modificación del Código Civil. Esta iniciativa ha despertado la preocupación de las autoridades argentinas, por sus características claramente discriminatorias: una porción de la sociedad movilizada para impedir el reconocimiento de derechos para otros ciudadanos.

De la misma manera, varios senadores nacionales han advertido sobre presiones ejercidas por la curia católica a lo largo de todo el país, llegando incluso a presagiar el infierno para los representantes del pueblo que acompañaran la sanción definitiva del matrimonio igualitario.

Sin embargo, una cantidad importante de Senadores enarbolan con orgullo las banderas eclesiales, poniendo en cuestión la esencia laica del parlamentarismo. Tal es el caso de aquellos que pretenden reservar, por tratarse de un “sacramento” la institución matrimonio para la unión de un hombre y una mujer.

Es por ello que el recuento previo de las voluntades para la votación del miércoles adelanta una paridad que no garantiza el acompañamiento del cuerpo legislativo a esta iniciativa. El argumento mediante el cual los Senadores han traducido la presión eclesiástica (o su adhesión a esos principios) se fundamenta en el presunto peligro que correrían los niños que podrían ser adoptados por las parejas homosexuales. Según adelantaron varios legisladores, sería necesaria una figura masculina y otra femenina para el buen desarrollo psicológico del niño. Por ese motivo una parte importante de los Senadores impulsan un proyecto denominado de “Unión Civil” que inhibe la posibilidad de adopción, pero incorpora derechos del tipo sucesorios y patrimoniales a las parejas homosexuales. Esta iniciativa se trata, para algunos, de una suerte de ampliación de derechos. Sin embargo para otros, expresa la consagración de una desigualdad ante la ley.

Hay que señalar, de todos modos, que existe en Argentina la llamada “adopción monoparental” que permite a una persona soltera o divorciada adoptar a un niño. Nada le impide luego convivir con su pareja, sea cual fuere su elección sexual. Esta evidencia pone de manifiesto lo endeble del argumento en contra de la adopción que esgrimen los senadores. A nadie se le ocurrió siquiera intentar prohibir esta situación, pretendidamente perjudicial para la infancia.

En definitiva, el próximo miércoles el tan deseado parlamento argentino deberá dejar constancia de sus credenciales progresistas. Podrá sancionar una ley que amplíe derechos, o una que los restrinja. El primer caso augura una alianza parlamentaria posible de carácter inter-partidario e inclusivo, toda una novedad en el Congreso. El segundo, presagia la concreción de un escenario temido: una derecha restauradora con capacidad parlamentaria que se impone y gana terreno de cara a las elecciones presidenciales 2011.

En el camino, la Iglesia católica gana terreno e influencia política como amalgama de los sectores retardatarios, que se aprestan para imponer restricciones y comenzar a desandar el camino de la institucionalización de los derechos humanos.