viernes, 1 de octubre de 2010

#Ecuador, UNASUR y los caminos a Roma


Hace algunos años aprendí algo que viene al caso para empezar este comentario sobre la reacción regional al golpe de Estado en Ecuador.

Resulta que a principios de siglo (¿) trabajaba en una empresa mediana, de esas que proveían “wireless solutions” y, como suele suceder, tenía un jefe digamos “lo suficientemente capitalista” como para ponerse una empresa, ¿no? Obvio. Bueh… la cosa no es él, sino yo mismo.

Un día, envalentonado, luego de ver Un Oso Rojo en el cine no se me ocurrió mejor idea que enrostrarle a mi jefe una frase del gran Julio Chávez.

Ante una inquisitoria malaonda masomenos habitual, cité aquella escena memorable.

- ¿sabés qué? TODA la guita es robada- le dije, aunque no me animé a cerrar con el fantástico “boludo” que le pone épica al comentario.

“Nonononono” diría Sidharta Kiwi. Mi jefe me puteó, obvio.

Y aunque conformé en parte al bueno de Rousseau (en versión ácrata), inmediatamente comprendí que hay comentarios que es mejor evitar.

En fin… yendo al punto: es cierto que todo golpe de Estado es impulsado por los gringos. Por eso mismo no quiero llegar a esa conclusión (al menos no solo a ella) y sencillamente pretendo un punteo de cuestiones derivadas del caso Ecuador.

Anoche los Presidentes de UNASUR reunidos en Buenos Aires dejaron al menos 3 cosas en claro:

-En un caso de interrupción democrática no se discuten las causas, se condena el hecho.

Como se le escuchó decir en varias ocasiones a Néstor Kirchner, las diferencias ideológicas no deben ser motivo de discusión en el bloque regional. No se debatió si Correa tensionó la situación interna con su modelo político. O si debía o no meterse imprudentemente en medio de un acuartelamiento policial. Tampoco se debe discutir la conveniencia de la legislación impulsada por el Presidente que derivó en los sucesos de ayer. Menos todavía dedicarse a analizar la personalidad de Correa, y si debería o no ser más moderado, gritón o soberbio. En los debates en el Palacio San Martín no se deliberó al respecto. En este sentido es claro que UNASUR pretende garantizar un plafón institucional para todas las democracias de la región. Entrar en otros debates sería correr el eje.

- UNASUR resolvió sanciones para disuadir a futuros golpistas.

Este dato es importante: Cierre de fronteras, paralización del comercio, del tráfico aéreo y de la provisión de energía son las acciones con las que advierte, al menos en principio. La sanción es un efecto y una advertencia que aún no se había logrado concretar y que quedaba pendiente tras el golpe en Honduras. En la reunión de anoche, los presidentes se corrieron por izquierda y, según dicen quienes estuvieron presentes, eso fue celebrado por todos. Uno tras otro propusieron endurecer lo más posible la declaración final. Recordemos que en el caso Honduras las diferencias internas derivaron en que algunos países de la UNASUR incluso reconozcan al nuevo gobierno.

- Es UNASUR quién resguarda la estabilidad política de la región.

La estabilidad institucional, su monitoreo y resguardo es un asunto urgente y amerita reuniones de primer nivel. Por eso es importante el dato de la velocidad de reacción (motivo principal de celebración entre mandatarios) Una gimnasia imprescindible para ponerse a la cabeza de las soluciones. Salvando las distancias y urgencias específicas, desde el respaldo a Bolivia en La Moneda de 2008 y pasando por Honduras 2009, la respuesta es cada vez más rápida y efectiva. Durante el día de ayer todos los mandatarios se pronunciaron desde sus países y luego concretaron una reunión de emergencia en menos de 12 horas. Interesante.

Otros datos para un punteo:

La decisión deliberada de los Presidentes de colocar a la UNASUR otra vez por sobre la OEA (¿cómo se sentirá Insulza?) en un caso de urgencia. Esta decisión es por suerte recurrente más allá de algunas planteos colombianos que se resisten a desplazar a la OEA.

La avivada de Sebastián Piñera de impulsar otra vez la “cláusula democrática”, una cláusula macartista que tal vez pueda reenfocarse en clave UNASUR.

La idea de reunir en pleno golpe de Estado a los presidentes en Quito, ¿realidad o gesto?

Una discusión políticamente incorrecta desde este enfoque, pero interesante: ¿Porqué Correa se metió solito en la boca del lobo?

Una caracterización pendiente:
Tras una década de progresismo regional, ¿qué pasa con las derechas latinoamericanas? ¿Son todas golpistas?

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