sábado, 30 de octubre de 2010

Jarrones Chinos

Una aclaración previa y necesaria: La política exterior de Néstor Kirchner fue para mí, una de sus luces claras. Hoy lo reivindico. Por eso y más: Gracias Néstor.

La presencia de ocho presidentes latinoamericanos en el adiós a Néstor Kirchner es la respuesta contundente a una pregunta (o una serie de ellas) que todo cronista de sucesos latinoamericanos debería hacerse hoy. Enunciarla y recorrerla no va a ser tan sencillo y va a requerir tiempo, distancia y análisis. Pero como lo cortés no quita lo valiente, vale la pena hacerlo, al menos prematuramente, a modo de homenaje. Ese es mi deseo ahora.

Que Lula Da Silva se haya hecho presente a tres días del balotage donde se juega la continuidad del proyecto PT nos habla de una intensa relación política.

Al referirse a la masiva concurrencia al velorio y a la Plaza de Mayo, Lula dijo que “la muerte de Kirchner permitió que todos puedan entender que una nueva Argentina nació después de su presidencia”.

Puede sonar obvio, pero a veces lo que está enfrente de las narices aparece algo borroso. La muerte de NK es una excusa para el balance, pero también pone en evidencia el espacio importante que deja su desaparición en la política local y latinoamericana.

Pero al igual que lo dicho por Lula, el sentimiento que expresan las palabras de Hugo Chávez y de Rafael Correa ponen de manifiesto una dimensión interesante. La personal. La de la amistad cultivada entre presidentes. Sin exagerar su importancia, pero sin dejar tampoco de advertir lo que implica, creo que esa amistad nos habla en primer lugar de la superación de la desconfianza y la fragmentación suramericana del pasado.

La primer reunión entre presidentes suramericanos de la historia tuvo lugar en el 2000. Curioso, ¿no?

Desde un MERCOSUR concebido en los 90´s con limitadas intenciones comerciales arribamos a la centralidad de UNASUR y su intervención en clave netamente política.

Pero la clave política tiene un rasgo primordial. Es la decisión de excluir a Estados Unidos de los ámbitos de discusión. Esa exclusión habilita una serie de inserciones antes inconcebibles. Desde el reingreso de Cuba a la discusión regional, hasta la centralidad y defensa de los procesos políticos en Venezuela, Ecuador y Bolivia. Ese barajar y dar de nuevo es impensable sin una alianza original entre Néstor Kirchner y Lula Da Silva que se hizo patente, se vió en todo su potencial allá por 2005.

Argentina y Brasil funcionaron como un escudo de protección para garantizar los procesos políticos suramericanos. Las dos economías más grandes, las dos diplomacias con mayor llegada tradicional al primer mundo. Desde esta perspectiva, Kirchner y Lula posibilitaron un escenario político hacia adentro que se expresó en cada país según su propia fuerza y particularidad.

Y hay tal vez un suceso paradigmático: Mar del Plata. El “no al ALCA” ¿Es un hito fundacional? ¿El relato de la Suramérica actual empieza allí? ¿Mar del Plata “mito”?

Puede ser. Al menos esa reunión de Presidentes dispara una velocidad distinta en el proceso de unidad regional. Acelera y gira a la izquierda. Toma una vía alternativa y desencadena una serie de circunstancias y de discursos que permanecen en un relato actual, tal vez naturalizado ya por quienes se interesan por estos temas.

Ese “no a Bush” encontró un actor protagónico en Kirchner, anfitrión y autor del memorable "no nos vengan a patotear" revelado días después por Hugo Chávez.

Y esa instancia habilita para Néstor Kirchner una serie de sucesos relevantes: Su viaje inédito a la selva colombiana a fines de 2007 para lograr la liberación de los retenidos por las FARC; su asunción al frente de la UNASUR y su mediación exitosa entre Colombia y Venezuela hace pocos meses.

Pero esas jornadas de Mar del Plata también posibilitan la defensa de la democracia en Bolivia en 2008, la pelea por Honduras en 2009 y por Ecuador en 2010. Por otro lado hacen posible la publicidad de los intensísimos debates producidos tras el bombardeo colombiano a Ecuador en 2008 y las discusiones acerca de la instalación de las Bases Militares de Washington en las tierras del entonces presidente Álvaro Uribe. Ese salto cualitativo en la discusión política es otro punto para la agenda de temas que requieren un análisis hoy.

El Banco del Sur, Telesur, el Consejo de Defensa Suramericano… en fin, muchos temas que adquieren hoy relevancia nueva y necesidad de balance bajo la luz de la muerte de NK.

Por esas cosas y por más vaya un homenaje simple pero intenso al pingüino.

Hay una frase de Felipe González acerca de que los ex presidentes son como Jarrones Chinos, porque son importantes pero nadie sabe qué hacer con ellos. Creo que NK buscó y encontró su sitio en la historia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantó la foto!!

Y esas manos que arman como un entrelazado entre los que comparten ese momento se siguieron entrelazando ya no sobre Néstor, sino alrededor de él.

mueve a la confianza de que así se mantendrán a pesar de todo

Parece un buen legado

poesia en cuatro palabras dijo...

la amistad de nestor, hugo, lula, evo nos habla de una union con un signo latinoamericano muy propio. la amistad como un valor importantisimo en la lucha. que bueno ser latinoamericano y tener los amigos que tengo. aguante nestor y los pibes que siempre estamo ahi...